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Aplica psicología a tu favor en relaciones interpersonales.


Bosteza para encontrar a la persona que te observa.

Diversos estudios sugieren que la propensión al bostezo contagioso se desencadena automáticamente por reflejos primitivos en la corteza motora primaria. Es decir que no es algo fácil de controlar. De hecho, intentar controlarlo incrementa las ganas de bostezar.

Es por eso que cuando sientas que alguien te está mirando, pero no sepas quién es, finge que bostezas. Inmediatamente mira a tu alrededor y al que veas bostezando, es altamente probable que te estuviera mirando.


Extraerán más información si sostienes la mirada.

Si necesitas sacar más información de otra persona, hazle una pregunta. Y si ves que contesta parcialmente, simplemente quédate mirándola sin decir nada. Inconscientemente sentirá presión por tener que responder más y te dará más información de la que quería darte conscientemente.


Aprende más rápido explicando a los demás.

“Si no lo puedes explicar de forma sencilla, es que no lo has entendido bien”.

Haz el experimento. Si intentas explicarle algo a otra persona y empiezas a divagar y “patinar”, es porque debes reforzar tu conocimiento en el tema.

En nuestra mente encontramos muchas formas de recordar información que nos permite sacar conclusiones y pensar que entendemos las cosas. Pero cuando le explicamos a los demás, debemos ser totalmente claros y concisos. Y es ahí cuando nos damos cuenta si entendemos al detalle o no.


Gana confianza tocando sutilmente a la otra persona.

Este es uno de los trucos psicológicos que requieren más cuidado, porque puedes ocasionar un efecto totalmente contrario al que buscas.

Es importante aclarar que no se trata de tocar a otra persona simplemente por tocarla, porque lo más seguro es que sea un momento incómodo. Pero si eres cuidadoso y lo haces de una forma natural, un toque sutil en el hombro o en el brazo es una muestra de confianza para ambos.


Identifica las relaciones en un grupo.

Si quieres saber quiénes son más “cómplices” en un grupo, o incluso que tienen una relación; haz lo siguiente. Cuando todos se estén riendo fíjate quién mira a quién.

Lo que sucede acá es que cuando nos reímos en grupo solemos mirar primero a las personas que consideramos más cercanas.


Confiesa una pequeña debilidad para ganar la confianza de los demás.

Transmitir confianza es una habilidad vital en los negocios. Y una forma sencilla de hacerlo es confesar alguna debilidad tuya a la otra persona. De esta forma, estarás demostrándole que confías en ella y aumentas la probabilidad de ganarse su confianza


Habla más rápido para parecer más creíble e inteligente.

Un estudio comprobó que el factor más importante para juzgar la inteligencia y credibilidad de una persona, es su voz. Por encima de su imagen o su escritura.

Además otro estudio realizado por la universidad de Brigham Young, encontró que las personas que hablan más rápido parecen más inteligentes. Claro está, no exageradamente rápido porque los demás no entenderían. La velocidad ideal es de 150 palabras por minuto. (la velocidad promedio de los audio libros).


Repite para demostrar que sí estás escuchando.

Si quieres que las otras personas sientan que pueden depositar su confianza en ti y contarte cosas importantes de sus vidas, es indispensable que sientan que sí las escuchas. Y la mejor forma de demostrar es repitiendo lo último que te dijeron cuando empieces a hablar. Eso es una prueba irrefutable de que los estás escuchando.


Gana confianza imitando el lenguaje corporal.

Al imitar el lenguaje corporal de la otra persona la harás sentir más cómoda y proyectarán mas confianza.

Recuerda que no debes exagerar porque causarás el efecto contrario y perderás la confianza que estás buscando.


No digas nada más después de dar tu discurso de ventas.

¿Eres vendedor? Este truco psicológico es en realidad una de las mejores técnicas de ventas que puedes utilizar. Consiste en que después de que expliques por qué deben comprar tu producto, te quedes en completo silencio.

La dinámica de la conversación es que después de que una persona habla, sigue la otra. Por lo tanto, cuando terminas de hablar el cliente sabe que es su “obligación” decir algo. Y si no tiene ningún argumento por el cual no comprarte, es muy posible que concretes la venta.


Vence la ansiedad del contacto visual.

Si se te dificulta sostener la mirada porque te genera ansiedad o sientes alguna inseguridad, hay un truco muy simple que puede utilizar.

Lo único que debes hacer es mirar entre los ojos, y no directamente a los ojos. Para la otra persona será normal y de esta forma de proyectarás como una persona más segura de ti misma.


Causa una mejor impresión fijándote en el color de los ojos.

El objetivo es parecer más amigable y confiable sosteniendo la mirada el tiempo ideal mientras estás conociendo a alguien. Y una forma perfecta de hacerlo, es fijarte en su color de ojos.

Ten en cuenta que no mirar a los ojos, inmediatamente es una señal de desinterés. Y mirar fijamente mucho tiempo, es incómodo y no causarás buena impresión.


Haz que estén de acuerdo contigo moviendo tu cabeza.

Si necesitas que otra persona esté de acuerdo contigo, asiente con la cabeza mientras le haces una pregunta.Lo que esto genera es un comportamiento llamado “imitación”. El cual hace que la otra persona inconscientemente también asienta y por consiguiente le sea más natural responder afirmativamente a tu pregunta.


Si los pies de los demás apuntan hacia ti.

Los pies juegan una parte muy importante en la comunicación no verbal. Y una forma muy interesante de comprobarlo, es cuando llegas a una reunión.

Fíjate en los pies de los demás. Los pies de las personas que apunten hacia ti, están indicando que te reciben con agrado. Por otra parte, si solo giran su torso hacia ti pero sus pies apuntan hacia otro lado; es probable que no te estén recibiendo de la mejor manera.

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