Cuando hablamos de planificar probablemente esa palabra no suene del todo divertida, cada palabra tiene que ser respaldada por acciones para que esto comience a darle sabor a lograr los objetivos de esta planificación.Planificar es importante, y planificar correctamente tus objetivos puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

¿Alguna vez te has planteado objetivos al comenzar el año nuevo?
“Este año, sí o sí, voy al gimnasio”. ¿te suena?
El primer paso es:
Hacer enunciados Positivos
Nuestro cerebro tiende a enfocarse en aquello en lo que pensamos.
Por ejemplo, cuando deseamos comprar un coche nuevo, por la calle tendemos a fijarnos en los coches como el que nos gusta o deseamos.
Por tanto en lugar de pensar qué no queremos, es más útil pensar qué queremos y fijar nuestras metas para este año a raíz de ello:
Quiero dejar de ser perezoso → Quiero ponerme en forma Quiero dejar de estar gordo → Quiero estar en mi peso ideal Quiero dejar de ser pobre → Quiero aumentar mis ingresos
Alcance de objetivo
Un objetivo sin tiempo nos dará resultados a destiempo. Si nuestro objetivo es tan genérico como “ir más al gimnasio” o “comer menos comida basura”, no tendremos claro si lo estamos consiguiendo o no.
Un poco de flexibilidad: aunque ajustes tu objetivo, no seas demasiado duro contigo mismo, porque si no, en el momento en que falles te pueden entrar ganas de ya no hacerlo.
Voy a ir más al gimnasio → Voy a ir 3 días en semana al gimnasio Voy a comer más comida saludable que chatarra → Voy a comer mínimo 4 días a la semana comida saludable que chatarra. Voy a aprender a tocar la guitarra → Voy a tocar la guitarra media hora todas las tardes.
Objetivo Motivador
¿para qué quiero yo este objetivo?
Tu objetivo tiene que motivarte, es decir; los resultados tienen que generarte las ganas, la pasión y la energía para ser constante con lo que quieres y lo que vas a lograr.
No tengas miedo, ni duda ni lo pienses. ¡Hazlo ya!
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